domingo, 12 de enero de 2020

El pueblo decide una vez más

Con el 57.1 % de los votos es reelecta la presidente Tsai Ing-wen, como presidente de la República de China.
La democracia sin duda no es perfecta, pero permite que la mayoría de la población con derecho a voto decida  quién lo va a GOBERNAR.
Ahora, si tú no estás entre la mayoría que elige, será difícil que reconozcas que estás equivocado y es posible que trates de justificar el porqué tu candidato perdió. Pero el pueblo, tus compatriotas, tu vecino, tu compañero de trabajo, empleado, etc., en mayoría decidieron que ese era el camino correcto y el nuevo gobierno se va a instalar.

El próximo libro que publicaré tiene como subtitulo: EL PUEBLO DECIDE
Y viene a resultar que no es casualidad lo que afirmo al decir en él: ¡Vivimos una nueva era! El fenómeno democrático está revolucionando al mundo.
En el 2016 el pueblo del Reino Unido y los Estados Unidos de Norteamérica deciden cambiar de régimen. En el 2018 el pueblo mexicano decide terminar con el sistema de gobierno que lo ha controlado por más de sesenta años. En el 2019 los salvadoreños deciden acabar con el bipartidismo y corrupción reinante.
Fenómenos como este se dan en Brasil, países de Europa del Este y Oeste, Australia.
Las decisiones tomadas por los pueblos se dan por diferentes circunstancias, pero el pueblo es el que toma la decisión final.
En el caso de Taiwán la voluntad del pueblo va en contra de la “unificación” que China continental viene proclamando. Y revelarse en contra del poderío económico, político y militar de China, no pareciera ser de personas cuerdas.
Pero queda demostrado que las nuevas generaciones, los nacidos en la isla no piensan como la generación de quiénes llegaron del continente, sometieron y gobernaron a quiénes vivían en la isla. La nueva generación con su voto ha manifestado que teme más perder su LIBERTAD, que al poderío de China.
Sin duda algo que debemos valorar y que debe a los gobiernos y pueblos del mundo llevarlos a la reflexión pues es el pueblo de Taiwán el que demanda se le reconozca su autonomía. No se trata de lo que una u otra potencia desea. El pueblo de la República de Taiwán ha dicho: ¡Queremos ser independientes!
¿Los apoyaremos? O dejaremos que el tiempo pase y que la propaganda someta la voluntad popular al poder de la fuerza y autoritarismo.
Desde que abandoné la isla, la situación ha cambiado mucho. Entonces el partido oficial KMT gobernaba y su dirigencia estaba conforme con someterse al régimen un gobierno dos sistemas. El partido DPP y el voto mayoritario NO está dispuesto a este sometimiento; los recientes acontecimientos en Hong Kong han sido una clara advertencia de que el pretendido un gobierno dos sistemas, no funciona. China no piensa dejar de ser comunista, ni dejará de imponer las reglas y leyes de su sistema antidemocrático.
La presidente Tsai en el discurso de aceptación de su triunfo electoral ha dicho: “Sin embargo, China a través de su creciente presión y propuesta del modelo de “un país, dos sistemas” para Taiwán, espera obligarnos a aceptar condiciones que son completamente inaceptables.
Ante la intención de China de cambiar unilateralmente el statu quo a través del Estrecho, Taiwán no ha tenido más remedio que continuar fortaleciendo nuestros mecanismos de defensa democráticos y establecer capacidades de defensa nacional que puedan garantizar la seguridad en el Estrecho de Taiwán.
Quiero enfatizar que mi compromiso con las relaciones pacíficas y estables a través del Estrecho permanece sin cambios. Pero ambos lados del Estrecho de Taiwán tienen la responsabilidad de garantizar relaciones pacíficas y estables.
Hoy, quiero recordar una vez más a las autoridades de Beijing que la paz, la paridad, la democracia y el diálogo son la clave para las interacciones positivas y el desarrollo estable a largo plazo a través del Estrecho.
Estas cuatro palabras son también el único camino para unir y beneficiar a nuestros dos pueblos.
“Paz” significa que China debe abandonar las amenazas de fuerza contra Taiwán.
“Paridad” significa que ninguno de los lados del Estrecho de Taiwán debería negar el hecho de la existencia del otro.
“Democracia” significa que el futuro de Taiwán debe ser decidido por los 23 millones de habitantes de nuestro país.
“Diálogo” significa que debemos ser capaces de sentarnos y discutir el desarrollo futuro de las relaciones a través del Estrecho.
También espero que las autoridades de Beijing entiendan que el gobierno democráticamente electo no aceptará amenazas, ni intimidaciones”.
El pueblo se ha expresado y una valiente mujer es la que interpreta su sentir.
Amarga la píldora que debe tragar China.
¿Pero el resto de los países del mundo tendrán el coraje, la voluntad de apoyar esta decisión democrática, y mantenerse al lado del pueblo taiwanés que lo arriesga todo por conservar sus libertades?
¡Felicidades!
NOTA: Ernesto Panamá es Escritor
ACLARACIÓN: Quiero dejar constancia de que el video en YouTube en donde inicialmente escuché el discurso de la presidente TSAI publicado por Hong Kong Free Press ya no está disponible y por lo que debí usar otro enlace para su referencia.

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