¿Estás de acuerdo?
Pienso que eso depende de tus necesidades, si tienes medios alternativos para satisfacerlas o ahorros para buscar otra vía de ingresos entonces no, eres libre. En cambió si no tienes medios alternos, ni ahorros para abandonar a quién te alimenta resulta que eres esclavo.
Esto se aplica a individuos, empresas y naciones.
Así sobrevivió el bloque soviético, con gobernantes que adquirieron poder y fortuna a cambio de someter la soberanía y libertades de sus pueblos. Y así vive el pueblo chino sometido por el terror marcado en su memoria de decenas de millones ejecutados por el PCCh.
Terminada la 2ª Guerra mundial se gesta un poder que no es gobierno, no rige país alguno, no lo representa un liderazgo visible, ni está limitado a territorio, ideología, etnia o religión.
Este poder se hizo llamar Nuevo Orden Mundial. Su imperio se fundamenta en el control de la banca central y la alianza con el complejo fabricante de armas en sus inicios.
Crecen económicamente, compran voluntades de quienes alagados por buenos salarios aceptan que el mundo debe ser regido por sus patrones y que es necesario implantar un sistema de gobierno global al que todos los ciudadanos del mundo deberán estar sometidos.
Su poder en el siglo veintiuno es tal que ellos designan a las personas que dirigirán la nación más poderosa del mundo.
Su ambición, concentración de riqueza y poder hacen que los ciudadanos sufran miseria, pobreza y esto conduce a reacciones en masa que no fueron previstas y por ello en las urnas sufren la derrota quienes tras el telón pretenden dirigir los destinos de la humanidad y además los políticos, empresarios a su servicio que son los que la población conoce.
Estos dirigentes ocultos multimillonarios en Europa, EE. UU. activan sus peones en El Parlamento Europeo, Washington D. C. Londres, Berlín y todas las capitales del mundo, pues no piensan aceptar su derrota.
El Salvador en noviembre 2015 recibe la visita de uno de los corruptos de la elite política de EE. UU. Bill Clinton. Su visita queda registrada en las portadas de la prensa salvadoreña. Aparece con él Carlos Calleja quién sería candidato presidencial de ARENA, junto a Frank Giustra y Carlos Slim.
La presencia de estos personajes tiene la intención de engrandecer la imagen del futuro candidato presidencial, dando a entender que contaría con el apoyo de la ganadora de la elección en EE. UU. Hillary Clinton en noviembre 2016.
La visita resultó ser pagada con una costosa donación a la Fundación Clinton, ahora acusada de lavado de dinero y tráfico de influencias.
Frank Giustra es empresario minero quien posiblemente hubiese adquirido los permisos de explotaciones de minas en El Salvador. Giustra está involucrado en la venta del 20 % de Uranio norteamericano a la Federación Rusa, negociación que se da durante la dirección del Departamento de Estado de Hillary Clinton.
Carlos Callejas candidato presidencial 2019, creyó que la señora Clinton le llevaría a la presidencia. No se dio cuenta de las necesidades de su pueblo y eso lo hizo perder.
Aprendemos de esto, que para mantener el poder hay que pagar y engañar a los votantes. Pero estos precios son altos, resultando desagradable que los ignorantes y pobres votantes en las urnas les despojen del poder.
Por esta razón ellos no reconocerán al gobierno electo y lucharán por recuperar lo perdido desprestigiando e intentando derrocarlo hasta que recuperen el poder.
Acciones de desestabilización se suceden en El Salvador y EE. UU. en donde acumulan casi cuatro años tratando de derrocar al presidente Trump y a partir de mayo dan inicio desórdenes callejeros en municipalidades y estados gobernados por demócratas, en preparación para el revés electoral en noviembre 2020, en donde los demócratas no reconocerán la aplastante derrota republicana y los desórdenes violentos y destrucción deberán ser extendidos por todo el país.
En El Salvador acciones de desestabilización, desinformación y boicot a la gestión se conducen en contra del presidente. Las dirigen los derrotados, el FMLN y por ARENA los dos excandidatos López y Simán, que incidentalmente son acusados por la fiscalía en casos que involucran prácticas ilegales que violan acuerdos comerciales con EE. UU.
¡Qué casualidad!
La ley del Karma siempre se cumple.
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