martes, 15 de noviembre de 2022

Crímenes de lesa humanidad sin condenar

 



Los crímenes de lesa humanidad no condenables son aquellos cometidos por gobiernos de naciones que se autonombran a través de millonarias campañas propagandísticas “promotores de la democracia” y “defensores de la libre expresión”, con las que cubren las atrocidades que cometen. Acusando simultáneamente al gobierno del país que pretenden someter de ser ellos quienes cometen los crímenes de lesa humanidad.

“La guerra política manda, acusa a tu enemigo de los crímenes que tú cometes para evitar que, a ti se te condene por cometerlos”.

Muchas son las guerras que los gobiernos de los Estados Unidos de Norte América han creado y participado durante administraciones demócratas y republicanos.

Ahora me gustaría esclarecer un concepto que la mayoría desconoce y es el aprender a diferenciar entre el poder estable y verdadero, con el poder temporal que representa un presidente o un primer ministro.

El poder de la banca central está representado en la actualidad por el Banco Internacional de Pagos (BIP), la Reserva Federal de los EE. UU. (FED), el Banco Europeo (BE) instituciones cuyo origen data de los años 1800, cuando el gobierno del Reino Unido le requiere a un banquero proveer el financiamiento para derrotar a Napoleón Bonaparte, y en 1913 bajo administración demócrata se establece la Reserva Federal en los Estados Unidos de América, posteriormente estos banqueros financian las dos guerras mundiales y en 1944 sus promotores establecen la paridad del dólar con el oro fundando además el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entidades periféricas que se dedicarán a endeudar a las naciones del mundo, fingiendo que su objetivo es el financiar su desarrollo.

En 1945, durante un gobierno demócrata dos bombas atómicas caen sobre Japón, mientras la banca se dispone a financiar la reconstrucción de Europa y Japón. Financiamiento que provienen de las utilidades de créditos otorgados para la fabricación, venta y compra de armas. Los gobiernos de postguerra deben reconstruir lo destruido, y necesitan del financiamiento pues sus pueblos no generan impuestos.

En estas condiciones me atrevo a preguntar al lector: ¿Quién es el poderoso, los gobiernos pasajeros y urgidos de financiamiento o los banqueros que les suministrarán el dinero y están en el negocio desde 1800?

El gobierno norteamericano entonces un poco más independiente que las naciones europeas, ya tiene a su enemigo la Reserva Federal operando en su interior.

En 1961 en el mensaje al final de su segundo mandato el presidente Dwight Eisenhower republicano denuncia que el sistema democrático está amenazado.

Lo sucede el presidente John F. Kennedy demócrata, quien pretende establecer una moneda respaldada por plata y hacer desaparecer la Reserva Federal, esta determinación parece ser la causa de su asesinato.

El presidente Richard Nixon republicano recibe un gobierno altamente endeudado por la compra de armas para sostener la guerra de Vietnam, y se ve forzado en 1961 a abandonar el patrón oro, es a partir de entonces que el gobierno norteamericano pasa a estar subordinado a la Reserva Federal.

El poder bancario debe consolidar su estructura al interior del gobierno y el próximo presidente Gerard Ford republicano, lleva de vicepresidente al banquero Nelson Rockefeller.

Asume la presidencia James Carter demócrata destacándose por la cantidad de guerras, desestabilización mundial y muertes que crea, obligándose a aumentar la deuda y dependencia del gobierno de la Reserva Federal. Por los altos ingresos recibidos los banqueros lo premian otorgándole el “premio nobel de la paz”.

Ronald Reagan republicano asume la presidencia, sufre un atentado, pero finaliza su período. La mala situación económica de la Unión Soviética conduce a la reunificación de Alemania en 1989 y a su posterior desintegración en 1991.

En los Estados Unidos de América se suceden los presidentes liberales George H. Bush, de quien se sospecha dirigió el asesinato del ex presidente Kennedy, Bill ClintonGeorge W. Bush y Hussein Obama quienes continuaron sometiendo naciones vía guerras, sanciones, endeudamiento y golpes de estado.

El poder del gobierno norteamericano ahora está sometido a un poder superior, él que prohíbe al presidente Donald Trump de la nación más poderosa del mundo y el único que NO inició una guerra, expresarse a través de Twitter, y quizá evito su reelección y el ungido Biden gobierna actualmente.

A estos gobiernos norteamericanos, no se les ha condenado por crímenes de lesa humanidad.

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