El control de los dueños de la finca, sus tentáculos, sus miembros, su alcance y poder crecieron y evolucionaron desde mediados de 1800 hasta el 2019.
En la página número 50 de la 1ª Edición de Los guerreros de la libertad, publicada en el año 2005, hago referencia a la ANEP, la Cámara de Comercio y la ASI, asociaciones que visitábamos en busca de apoyo para detener medidas socialistas a implantarse.
Se supone que como emprendedores defienden principios contrarios al socialismo; pero lamentablemente encontramos que sus dirigentes carecían de un pensamiento coherente, “no tomaban decisiones”. Esta realidad resultó frustrante, sobre todo tratándose de ANEP.
Deduje pasado el tiempo que el Comité Ejecutivo de ANEP era electo por personas que no eran parte de ella, y estas personas manda a espaldas de la entidad que “se dice” representa a la iniciativa privada salvadoreña.
Esto lo comprobé cuando cuestioné a un comerciante amigo, quién creo se integra al grupo de los dueños de la finca al terminar la guerra: ¿De dónde sale Antonio Saca como candidato presidencial de ARENA, si no es arenero? Saca entonces era el presidente de ANEP, cargo que hoy ocupa Javier Simán. Mi amigo me respondió, “Saca, es el que nos hace los mandados”.
Analizando estas palabras estimado lector, mi amigo me confesaba que: el presidente de ANEP el “representante de los empresarios salvadoreños”, era un simple empleado de personas como él, que poseen gran riqueza e influencia en los gobiernos. Y que, de llegar a ser presidente, continuaría sirviéndoles a ellos, y NO al pueblo.
Mi amigo es de los “nuevos dueños de la finca”, pues hay familias de abolengo quiénes ostentaron la presidencia de El Salvador, turnándose desde 1851.
Licenciado Francisco Dueñas (1851-1852, 1852-1854, 1856, 1863-1865, 1865-1871)
Dr. Rafael Zaldívar (1876-1880, 1880-1884, 1884-1885)
Don Ángel Guirola (1884)
Don Pedro José Escalón (1903-1907)
General Tomás Regalado (1898-1899, 1899-1903)
General Rafael Antonio Gutiérrez (1894-1895, 1895-1898)
Dr. Manuel Enrique Araujo (1911-1913
Don Carlos Meléndez (1913-1914, 1915-1918)
Don Jorge Meléndez (1919-1923)
Alfonso Quiñonez Molina (1914-1915, 1918-1919, 1923-1927)
Dr. Pío Romero Bosque (1927-1931) Dr.
Ing. Arturo Araujo (Derrocado el 2 de diciembre de 1931)
Gral. Maximiliano Hernández Martínez
Tiempos en los que los soldados sembraban sus fincas y ellos controlaron a los gobiernos militares.
Este grupo a su regreso de Miami antes de firmar la paz se adueñan financieramente de ARENA, luego compran al FMLN y juntos saquean y explotan a los salvadoreños por 30 años más. Ellos designan presidentes, gabinete, diputados, corte suprema, fiscal, corte de cuentas, corrompiendo y sirviéndose de la estructura del gobierno.
Los últimos acontecimientos muestran como extendieron su control sobre la verdadera iniciativa privada y tomaron posesión dentro de las estructuras del estado. Consecuencia de esto fue no invertir en educación, precio alto de medicinas, fertilizantes, etc.
Controlando partidos y gobierno proceden a controlar a 23 entidades autónomas y de servicio, ellos deciden que ANEP será quién integre las directivas de estas entidades de gobierno, beneficiándose ellos y no el pueblo.
Otro ejemplo de su egoísmo se da al prohibir al gobierno otorgar créditos a emprendedores. Lo justifican argumentando que los préstamos del gobierno son competencia ilegal. El dinero recibido por el gobierno debe ser entregado a la banca privada y esta lo hará llegar a los usuarios luego de aumentar de 3 a 5 puntos de interés, dejando sin preferencia a la micro, pequeña y mediana empresa. El crédito se volvió exclusivo y el emprendedor acude al usurero.
Los dueños de la finca eligen, quienes serán designados de ANEP al gobierno y no la empresa privada e instalados boicotean inversión en agricultura, salud, seguridad y el pueblo sufre.
¿Es este accionar de quienes dirigen a “ANEP” justo, democrático? No. Pero la participación empresarial en las decisiones del gobierno se debe garantizar.
Gracias presidente, diputados, por democratizar la participación de la verdadera empresa privada en el gobierno.
Esperamos pronto la renuncia del presidente de ANEP y la elección de un Comité Ejecutivo que represente a sus miembros. El actual presidente ha dejado de recibir apoyo de su propia familia por ser nocivo a sus intereses, además no representa al empresariado y está ausente, por ello debe renunciar o ser despojado de su cargo.
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