sábado, 28 de enero de 2023

Fanáticos y corruptos

 




El fanatismo

El fanatismo es el apasionamiento del fanático, una persona que defiende con tenacidad desmedida sus creencias u opiniones. Un fanático también es aquel que se entusiasma o preocupa ciegamente por algo.

Los corruptos

Corrupción es la acción y efecto de corromper (depravar, echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar). El concepto, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se utiliza para nombrar al vicio o abuso en un escrito o en las cosas no materiales.

POR QUÉ LOS POLÍTICOS SON CORRUPTOS, INEFICIENTES Y MENTIROSOS Primicia Diario

Estas dos categorías se aplican a personas que ciegamente están a favor en contra de algo y otras que se benefician al pervertir y dañan a sus semejantes.

Por su puesto debemos convivir con este tipo de personas, tolerarlas y en el mejor de los casos ignorarlas, pues el modo de vida de unas solo es sostenible siendo corruptos y para las otras será imposible que el fanatismo fijado por la propaganda abandone sus mentes.

Múltiples pueden ser las causas de estos padecimientos, pero no entraremos a su análisis.

En el caso de los salvadoreños es fácil identificarlas y las encontrarás en la alta sociedad o entre simples asalariados, los primeros puede que hayan dejado de recibir jugosos dividendos bancarios y el otro tipo puede haber perdido el puesto o sueldo de asesor, que sin merecerlo recibía. Ambos estarán sumamente molestos en un nuevo régimen que afecte sus fraudulentos ingresos.

Estás personas jamás valorarán que la recaudación fiscal aumente sin subir impuestos, que el contrabando disminuya, que la banca no se apropie de parte del dinero remesado.

Tampoco apreciarán el fin de las extorciones y los más 56,000 terroristas capturados, pues ellos no tienen la posibilidad de tener la tienda abierta en la noche, y ahorrar al no pagar la renta e invertir en ella generando más ingresos.

Tampoco valoran el esfuerzo de empresarios al acordar un aumento de salarios y menos el aumento de pensiones, entre los que evadían su pago ya no lo hacen, y las empresas que ilegítimamente se lucraban del sistema han dejado de hacerlo.

Las mejoras en salud y educación tampoco son valoradas pues quizá en su vida no han conocido hospitales y escuelas públicas, o quizá las conozcan por referencia de ubicación o porque debieron ir a votar alguna vez.

Corruptos y fanático jamás aplaudirán el aumento de las exportaciones, pues ellos no son emprendedores, ni trabajadores de las empresas responsables de aumentarlas.

La construcción de infraestructura puentes, carreteras, etc. Tampoco es estimado por estas personas pues consideran que es obligación de gobierno. Están molestos porque se acabó el contrabando y esto aumenta en parte la recaudación de impuestos necesaria para ejecutar estás obras que además generan miles de empleos que llegan a familias que viven hoy sin pagar renta, en colonias sin violencia y son ayudadas por el gobierno con la reducción de impuestos en productos y servicio básico que permite a los salvadoreños vivir con una baja inflación.

El fanático no ve ni percibe estos beneficios, el corrupto desearía estar recibiendo un salario adicional desperdiciando materiales, vendiendo medicinas ilegalmente o recibiendo un sueldo de asesor sin hacer nada.

Es frecuente encontrarte con personas de este tipo, pero debes tener paciencia con ellos, pues son ellos los que se encuentran del lado de las minorías. Dentro estos fanáticos y corruptos los hay “políticos” quiénes ya no reciben un cuarto o medio millón de dólares libre de impuestos y que por supuesto desearían volver a los viejos tiempos de bajos salarios, maras, crimen, extorción, desvencijadas escuelas y hospitales, infraestructuras sin terminar y un pueblo que abandona su familia y país en busca de progreso, mientras ellos acumulan dinero mal habido y pensiones millonarias.

No son ciegos ni sordos, son fanáticos y corruptos, siempre existirán, pero que no te hagan perder la paciencia.


 




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