martes, 12 de noviembre de 2019

La historia que no viviste – 2da. Entrega

Solo para jóvenes menores de 40 años.

Pues bien, su servidor cuando se da el golpe de estado cuenta con 19 años.
Mi niñez estuvo influenciada por la radio, las películas, los fines de semana, la vida en familia era una grata costumbre. A los seis años conocí la televisión Era blanco y negro dos o tres canales, noticas al medio día y en la noche. Los periódicos llegaron a la casa, pero no a la leía, los cómicos, Trucutú, El fantasma, Tarzán, El Príncipe Valiente. Archie, Periquita, entre otros.
Escuchaba a mi padre relatar que la gente abandonó Cuba, pues eran despojados de sus propiedades.

Esta propaganda que reproducirá nuestros medios de difusión llegó a través de las agencias internacionales de noticias, prensa, otros servicios de los periódicos y algunas radios.
De San Salvador llegó a Santa Ana. El Diario de Hoy y la Prensa Gráfica y en la ciudad publica el Diario de Occidente. Además, recuerdo las noticias en el cine, por supuesto noticias con varios días en la relación con la fecha de suceso.
Nuestros padres crearon una tarta y juntillas.
Por supuesto, las diferencias sociales existían, y la relación era armoniosa.
Con el paso de los años Los medios de difusión Crecen Se expande Su cobertura, La población tiene más información. Lo que acentúa las campañas de propaganda en contra del comunismo y el socialismo.
Esto lleva a consolidar las alianzas entre las familias más ricas del país con los militares.
Los militares saben que, de llegar a los comunistas al poder, ellos dejarían de gobernar. Las bases de las familias se perderán sus propiedades agrícolas, privilegios legales, comerciales y el control que tienen sobre el Poder Legislativo.
Los dueños de los medios de comunicación se suman a la alianza, ya se plantan en un régimen comunista no existe la libertad de prensa y además se enriquecen con el monopolio del papel y la noticia privilegios que perderían.
Es por esta razón que la información por ellos mismos se produce más allá de la imparcialidad y la condena que se opone a los regímenes militares, a la hora de representar la política acentuando el lavado de las mentes.
A esto debemos sumar la directriz que aún no es una alianza nacional con el internacional, que hay que evitar la educación del pueblo porque es más fácil intervenir la mente de las personas incultas.
Estas alianzas, políticas y resultados siguen dominando la caótica situación nacional y agregamos la nueva variante del poder creciente de los cárteles de la droga y la violencia que aterroriza sin necesidad de declarar una guerra formal, la sociedad se mantiene constante.
Es imprescindible para lograr esto, no revelar la verdad y esto permitirle la confusión que le permita llegar a los convenios y la razón por la que los libros escritos por los militares y los miembros de las fuerzas revolucionarias, no aportan nada a la unidad de nuestra nación.
Algunos lo hacen porque se desconocen los hechos, pero otros se ocultan para justificar una posición que no tiene defensa. Mientras que la población se inclina por una historia. Y rechaza la posibilidad de unión nacional.

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