martes, 12 de noviembre de 2019

La historia que no viviste – 4ta. Entrega

Solo para jóvenes menores de 40 años.

En el período comprendido entre 1932 y 1944, fue bastante independiente, sobrevivientes y siniestros en el extranjero.
Desde entonces, nuestro pueblo y gobernantes se han centrado en un buen sistema de educación y una falta de cultura en más de 70 años hemos sido sometidos a obedecer a intereses ajenos a los nuestros.
Un propósito, se mantiene sin embargo, la información necesaria, no se estima la necesidad de superación. Para quienes están en el exterior, no se puede hacer más fácil de ignorar a un ciudadano educado. Los errores no se adaptan a sus necesidades.

Es así como doctrinas como McCarthy vienen a fortalecer la actuación imperialista y refuerza a las doctrinas como el Moore en la que se encuentra que el continente americano solo los EE. UU., Tiene derecho a influir. No es la inversión europea, ni de otras naciones.
¿Sabías esto?
Estas causas externas tienen como objetivo mantenerlos como esclavos, como colonias y asegurar que nunca llegué a ser una nación desarrollada.
Ellos deciden que nos gobernaran militares. Más tarde demandará al gobierno que ellos diseñen, dar trato preferencial a sus consorcios multinacionales.
Además, la transferencia de tecnología y la autorización de la empresa se basan en los derechos de explotación de los recursos que explotan y que no recibimos una justa retribución.
Otra causa externa es la espada que pende del cuello de los militares. Ellos reciben el privilegio de gobernar, armas, se les asignan asesores y además tienen garantizado el gobierno del país gracias al poderos y dinero del gobierno extranjero, por lo tanto deben obedecer, si no la espada cortará su cabeza, es decir perderán beneplácito para gobernar.
Esta realidad y actitud de nuestros militares, llega a causar indignación entre profesionales y académicos este sentimiento se expande lentamente pues los medios para transmitirse son reducidos. El número de personas que se oponen a este sistema dictatorial disfrazado de democracia se focaliza en el centro de estudios superiores la universidad y la voz que, demandando la institucionalización de un sistema democrático, no se puede detener.
Para entonces nuestra población se encuentra dividida, polarizada y no parece que la reconciliación sea posible.
Están aquellos que no desean el comunismo, que no desean sus valores y tradiciones sean abolidas y los otros que desean abolir el sistema injusto, mejor distribución de la riqueza, etc.
Los salvadoreños estamos polarizados, nos creemos de derecha e izquierda, capitalistas o socialistas, liberales o conservadores, etc, etc.
Lastimosamente, nosotros no somos los que decidiremos lo que se va dar.
Las demandas de quienes se creen representar la izquierda o la democracia por supuesto están en contra de quienes han decidido que los militares deben gobernar, los EE. UU., y sus intereses.
La decisión se toma basada en la premisa de proteger la Seguridad Nacional de los EE. UU.
Los asesores militares extranjeros destacados en la unidad de inteligencia de casa Presidencial y Cuerpos de Seguridad, tienen en su radar a todos aquellos que se oponen a los regímenes militares, entre ellos los hay personas que trabajan para los comunistas, socialistas y personas que sinceramente desean un sistema democrático para el país
.
Es así como sin diferenciar de una voz democrática o radical se ordena al presidente de turno que elimine, reprima y calle las voces que se oponen a su gobierno y los intereses del imperio. Las ordenes de los asesores militares extranjeros deben ser ejecutadas por oficiales salvadoreños que han sido sometidos a riguroso entrenamiento sus cerebros han aprendido que las acciones que ejecutan son buenas y que de esta forma trabajan por evitar que su país caiga en manos del comunismo.
No se puede cumplir con estas demandas, la ayuda militar se suspende también la ayuda económica y el bloqueo de las exportaciones y, en última instancia, si el gobernante cae y se elimina la presidencia.
De esta forma, los gobernantes impuestos, se encuentran atados de pie y manos y también se habla de democracia, son tildados de comunista y reprimidos.
Los sistemas de gobierno militar no son producto de la voluntad popular, por lo tanto, no pueden acudir pidiendo ayuda a su pueblo. Y cuando pretendes ayuda del gran capital se dan cuenta de que ellos son fieles al poder extranjero, no a los uniformados.
Esto es lo que vivió en carne propia el General Romero.

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